MUSEO DEL BICENTENARIO


Proyecto Actual

El Museo del Bicentenario, inaugurado el 24 de mayo de 2011 por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el marco de los festejos del Bicentenario, ha hecho posible la recuperación y puesta en valor patrimonial de recintos que pertenecieron al Fuerte de Buenos Aires, del siglo XVIII; y a la Aduana Taylor, construida 1855. Ambos edificios han tenido gran protagonismo en el desarrollo de nuestra historia, y albergan hoy, como sede del Museo, la evocación de los 200 años comprendidos entre 1810 y 2010.
El proyecto de puesta en valor de la Aduana de Taylor implicó una minuciosa restauración y consolidación de los restos del edificio que encontraban en estado de abandono, para transformarlos en un ámbito museológico contemporáneo, con una creativa arquitectura y una presentación museográfica atractiva.
El Museo construye su narración a partir de tres núcleos temáticos que dan cuenta del devenir de nuestro país: El primero sitúa y busca vincular al visitante – a través de un ámbito vivencial – con la geografía originaria de lo que aún era Buenos Aires. En segundo lugar, se señala la impronta fundacional de la Ciudad, realizada en los solares hoy ocupados por la Casa Rosada y la Plaza de Mayo. Para luego, a lo largo de ciento cuarenta metros de galerías abovedadas del edificio de la Aduana, presentar la colección recorriendo distintas etapas de las dos centurias de nuestra historia, con el apoyo de variados recursos multimedia.
En la recuperación patrimonial de los valiosos edificios en los que se instaló el Museo, se destinó un lugar de privilegio para el emplazamiento de la pintura mural “Ejercicio Plástico”, que el artista mexicano David Alfaro Siqueiros pintó en nuestro país en 1933 y que, rescatada y puesta en valor por iniciativa de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, se presenta para admiración del publico argentino y extranjero.

















Fuerte de Buenos Aires

En 1594, pocos años después de la fundación de la ciudad de Buenos Aires, se comenzaron las obras del primer Fuerte, llamado Real Fortaleza de Don Juan Baltasar de Austria, ubicado en las barrancas del río.
Con el tiempo, las autoridades que residían en la zona y dependían de la Corona española, fueron haciendo mejoras en la construcción del Fuerte, incorporando habitaciones para vivir allí, un mirador, luego se levantaron dos torreones y hacia mediados del siglo XVII se hizo una reconstrucción del Fuerte utilizando ladrillos y cal que ya se fabricaban en Buenos Aires.
Más tarde, fue agregado un puente levadizo y al ampliar la obra, se levantó un murallón de arquitectura cuadrada y maciza con salientes torreones en sus cuatro ángulos, armados con cañones, garitas de observación para centinelas y rodeado por un foso.
Ya en el siglo XVIII, el Fuerte cambió su nombre por el de Castillo de San Miguel, cuya imagen de tamaño natural se encontraba en la entrada principal.
Con la creación del Virreinato del Río de la Plata en 1776, se reformó y mejoró la antigua residencia de los Gobernadores, y se convirtió en el Palacio Virreinal, ubicado dentro del Fuerte.
Tenemos que recordar que el espacio donde está emplazada actualmente la Casa Rosada fue, durante toda la historia de Buenos Aires, la sede de las distintas autoridades políticas que gobernaron el país.
El Fuerte de Buenos Aires fue la sede gubernamental de las autoridades españolas y, luego de 1810, de los Gobiernos Patrios hasta 1835. Durante el gobierno de Rosas fue utilizado para la reserva de tropas. A partir del siglo XIX fue demolido, en sucesivas etapas, adaptándose la residencia durante las presidencias de Mitre y Sarmiento, para usarse como Casa de Gobierno Nacional.

Aduana Taylor

La Aduana Nueva o Aduana Taylor, conocida con ese nombre por el ingeniero inglés que la construyó en 1855,constituyó la primera avanzada sobre el frente costero de la ciudad.
Ubicada en un terreno sobre el río, a espaldas del Fuerte, esta construcción representaba la puerta de entrada de las mercancías en un primer momento y luego de los pasajeros que llegaban a la Ciudad de Buenos Aires navegando por el Río de la Plata.
El edificio de la Aduana se conformaba por dos sectores: uno semicircular, destinado a depósitos y un Patio de Maniobras con galerías contiguas, el cual tenía dos salidas que lo vinculaban con la ribera del río.
Este edificio funcionó sólo 40 años, ya que en 1894 fue demolido al avanzar las obras del nuevo puerto de Buenos Aires, denominado hasta hoy “Puerto Madero”, construido éste sobre terrenos de relleno ganados al río.
Las Galerías y el Patio de Maniobras quedaron enterradas, hasta que en 1942, con motivo de unas excavaciones que se realizaron con otros fines, se descubrieron estos sectores de la Aduana. Hacia 1983 se realizaron las obras de exhumación del Patio de Maniobras.
A partir del año 2009 comenzaron las obras de restauración arquitectónica, arqueológica, patrimonial y museográfica que rescataron este edificio y lo refuncionalizaron como sede del nuevo Museo del Bicentenario, inaugurado el 24 de mayo de 2011.



Casa Rosada

En la manzana que había ocupado el Fuerte de Buenos Aires (demolido en sucesivas etapas) se erigieron diferentes construcciones que, unificadas, constituyen el edificio de la “Casa Rosada”.
La primera de estas construcciones fue la Casa de Correos cuyas obras se iniciaron en 1873 durante la presidencia de Domingo F. Sarmiento.El edificio, encomendado a los ingenieros/arquitectos suecos Enrique Aberg y Carlos Kihlberg, fue inaugurado en el año 1877.
Durante esta presidencia, además de la construcción de la Casa de Correos, se encargó el reacondicionamiento y embellecimiento de la sede del Poder Ejecutivo Nacional, que fuera el antiguo Palacio Virreinal que se levantaba dentro del Fuerte de Buenos Aires. Entre otras reformas se dispuso pintarla de color rosado, tonalidad ésta obtenida agregando sangre de buey a la cal viva. De esta época data el color con el que tradicionalmente continuó pintándose el Palacio de Gobierno, y por el que se lo conoce como “Casa Rosada”.
La Casa de Gobierno es encargada en el año 1882, durante la primera presidencia de Julio A. Roca, al sueco Enrique Aberg – Arquitecto Nacional en el Departamento de Ingenieros Civiles- quien realiza el sector de la Casa Rosada hoy ubicado entre la entrada de Balcarce 50 y la calle Rivadavia.
Si nos remontáramos al año 1884, veríamos sobre la calle Balcarce los edificios de la Casa de Correos y de la Casa de Gobierno todavía separados, ambos de líneas arquitectónicas similares aunque no iguales; la segunda de las construcciones nombradas presenta por ejemplo sus característicos balcones en el primer piso.
Para dar a la “Casa Rosada” un carácter unificado el presidente Roca, encargó a su Ministro en Italia la contratación de un profesional de prestigio, siendo elegido el arquitecto Francisco Tamburini. Su intervención dió al frente Oeste de la casa la impronta que aún conserva uniendo los edificios existentes mediante el monumental arco central que constituyen el ingreso por Balcarce 50.
Asimismo, realizó las construcciones del sector norte, conocido como Explanada.
A poco de asumir Roca su segunda presidencia en 1898, el Palacio de Gobierno comenzó su pleno funcionamiento como sede del Poder Ejecutivo.
El frente este, fue refaccionado en sucesivas etapas en el primer cuarto del siglo XX.
La última gran reforma que sufrió la Casa Rosada data de fines de 1937, cuando el Presidente Agustín P. Justo dispuso su demolición.
Las obras fueron detenidas en 1938, por el Presidente Roberto M. Ortiz, aunque la casa ya había perdido 17 metros de su frente sur.
La Casa de Gobierno fue declarada Monumento Histórico Nacional por el decreto Nº 120.412 del 21 de mayo de 1942.

No hay comentarios: